Día de Muertos en México,
A Través de los Ojos nuestros
"Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.
El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos. Hay que
deleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida.
Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.
La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.
Cada pueblo y región ofrece variados diseños e ideas para este evento, pero todos con la misma finalidad: recibir y alimentar a los invitados, y convivir (o tal vez “conmorir”), con ellos”.
A Través de los Ojos nuestros
"Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.
El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos. Hay que
deleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida.
Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.
La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.
Cada pueblo y región ofrece variados diseños e ideas para este evento, pero todos con la misma finalidad: recibir y alimentar a los invitados, y convivir (o tal vez “conmorir”), con ellos”.
LAS CALAVERAS LITERARIAS
Realizar calaveras es una actividad muy frecuente en la sociedad mexicana, consiste en escribir algunos versos picarescos con ritmo y rima que describan la relaciòn de un hombre o mujer con la muerte, destacando con ironìa las cualidades, defectos, actitudes y costumbres de la persona a la que hace alusiòn.
Debe ser graciosa y ocurrente y se le dedica una Calavera a un personaje de cierta relevancia social, generalmente van ilustradas de manera muy vistosa con cràneos y esqueletos.
Los primeros dibujos aparecieron en 1872 por el litògrafo Santiago Hernàndez, luego por Manuel Manilla y se popularizaron con Josè Guadalupe Posada.
Por ejemplo:
A Berta Sandoval.
Por Griss.
En esta tumba se encuentran
En esta tumba se encuentran
los restos de un pintora,
se la llevó La de Blanco,
dicen que por su obra.
Conoce sus aptitudes,
su trayectoria sin mancha,
es pues Bertha la restauradora,
que ya dialogó con
Pídeme lo que tú quieras,
la muerte fue complaciente
entonces le dijo ¡a que ni te imaginas!
desde ahora quiero ser La Catrina.
Aunque me quede en los puros dientes
y me digan La Huesuda
ahora Bertha camina
de la mano con La Catrina.
Recorren plazas, mercados y escuelas
disfrutando de una larga vida
y la muerte es tan complaciente
que a diario brinda con La Catrina.
¿Qué es morir?
por Elías Nandino
Morir es
alzar el vuelo
sin alas,
sin ojos
y sin cuerpo.
alzar el vuelo
sin alas,
sin ojos
y sin cuerpo.
YA ANAHÍ SE NOS QUEDÓ
CONVERTIDA EN CALAQUITA
AUNQUE MUCHO NO CAMBIÓ
PORQUE SIEMPRE FUE FLAQUITA.
*
YA MI ABUELITO A SUS CIEN AÑOS
NADA QUE SE PETATEA
DE VIVIR ESTÁ CANSAD@
Y MORIRSE LE DA FLOJERA….
ACTIVIDADES
Escribe 3 calaveritas dedicadas a :
a) Tu escuela
B) tu mejor amigo (a)
C) tu artista o deportista preferido (A)
Busca una imagen o diseña tu mismo la imagen para ilustrar
tu trabajo e imprime y entrega a tu maestra. Fecha límite de
entrega 08 de noviembre del 2010